Corazones
atemorizados y al borde de la putrefacción, se ocultan,
creyendo retener su dolor, yo, sin embargo,
no temo, mi ya perdida y distorsionada alma quiere estar en esos
monstruosos lugares hórridos y fríos que no existen en esta realidad, busca y re busca en las calles vacías, portales de la
oscuridad, a veces tan siniestros y hostiles, ocultando miles de dagas,
por cada una un beso, algo tan hermoso que no puede ser nada más que
disfraces con los que me encariñe, compañeros en un viaje sin fin...
capa tras capa... piel tras piel. La noche nunca termina.